Síndrome de Cushing en perros: síntomas y tratamiento

Síndrome de Cushing en perros: síntomas y tratamiento

Los perros, al igual que los humanos, son susceptibles de padecer ciertas enfermedades, bien sea por predisposición genética, de edad o de raza, por desajustes hormonales, por virus o bacterias, etc. Si bien algunas condiciones son muy evidentes, hay otras que toma tiempo detectar ya que sus síntomas podrían confundirse con una conducta poco usual del animal, desconociendo que lo que verdaderamente ocurre es que el can requiere atención médica.

El síndrome de Cushing o el hiperadrenocorticismo es una enfermedad que puede ser padecida tanto por humanos como por canes y sus primeras señales podrían ser difíciles de detectar. Por este motivo, en este artículo de unCOMO vamos a contarte todos los detalles para que puedas aprender a identificar los síntomas del síndrome de Cushing en perros y, así, ayudar a tu mascota a mejorar su salud.

Causas del hiperadrenocorticismo en perros

Antes de saber cuáles son los signos que nos pueden alertar del hiperadrenocorticismo en canes, es importante conocer cómo se origina esta enfermedad. En primer lugar, existen tres vías para desarrollar el trastorno: por fallas de la glándula hipófisis, falla de las glándulas suprarrenales o como efecto secundario de la utilización de glucocorticoides para tratar enfermedades en el animal.

La hipófisis es una glándula del tamaño de una guisante o arveja ubicada en la base del cráneo que genera una hormona llamada adenocorticotropa (ACTH), esta es responsable de la estimulación de la hormona corticoide en las glándulas suprarrenales. Si la hipófisis sufre algún tipo de cambio en su tamaño o si se genera un tumor dentro de ella se incrementará la producción de ACTH. Y esto, a su vez, repercute en la generación de cortisol en las glándulas suprarrenales, creando todo un conjunto de síntomas conocidos como síndrome de Cushing.

Muy parecido es en el caso de las glándulas suprarrenales, que pueden incrementar el nivel de producción de la hormona cortisol cuando se presenta un tumor en su corteza. Sin embargo, es más común el primer caso, ya que el 80-85% de los casos tiene que ver con un tumor en la hipófisis.

Por último, existe la posibilidad de desarrollar la enfermedad como resultado de la administración de medicamentos con glucocorticoides o progesterona, bien sea para tratar alergias o condiciones autoinmunes en los canes. Esto no implica evitar su uso, pero sí utilizarlos solo bajo prescripción del veterinario y durante el tiempo que el especialista estime conveniente.

Síntomas del síndrome de Cushing

Generalmente, los principales síntomas del hiperadrenocorticismo en canes son muy variados y se desarrollan de forma progresiva, por lo que resulta difícil darse cuenta que nuestra mascota puede estar padeciendo esta condición. Pero hay varias señales de alerta que pueden ayudar a detectarlo más rápido:

  • Polidipsia, cuando toma mucha más agua de lo normal
  • Poliuria, cuando orina con mucha frecuencia
  • Distensión abdominal
  • Letargia
  • Hiperfagia, cuando hay un incremento importante del apetito
  • Jadeos excesivos
  • Agotamiento rápido ante el esfuerzo
  • En los machos se puede observar cambios en la forma de los testículos
  • Ausencia de celo en hembras
  • Adelgazamiento de la piel
  • Pérdida del pelaje
  • Infecciones dermatológicas frecuentes
  • Aumento del tamaño del hígado

Si bien este síndrome es más frecuente en perros mayores de 10 años, se han observado casos en canes a partir de los seis años, por lo que es prudente estar pendiente de si el animal presenta cualquiera de estos síntomas, especialmente si está en ese rango de edad.

Razas más propensas

Dependiendo del origen de la enfermedad, estas son las razas con mayor predisposición genética a desarrollar síndrome de Cushing:

  • Origen hipofisario: bobtail, bichón maltés, boston terrier, caniche, schnauzer pequeño y teckel.
  • Origen suprarrenal: caniche enano, pastor alemán, teckel y yorkshire terrier.
  • Origen iatrogénico: se da por administración inadecuada o excesiva de medicamentos. Bóxer, caniche, labrador retriever y pastor de los Pirineos.

Diagnóstico del hiperadrenocorticismo en perros

El veterinario será el responsable de determinar si el can efectivamente padece esta enfermedad en la que se de cortisol alto una vez que haya realizado una serie de pruebas físicas y análisis entre los que habitualmente se encuentran las siguientes:

  • Rayos X, ecografías y/o resonancias magnéticas para confirmar o descartar la presencia de tumores en la hopófisis o en las glándulas suprarrenales.
  • Prueba endógena para medir la concentración de ACTH en el organismo del animal.
  • Prueba de creatinina y cortisol en la orina.
  • Análisis de sangre completos.
  • Biopsia de lesiones cutáneas, si las hubiere.

Si el especialista lo considera oportuno puede ser que necesite realizar más pruebas, u otras distintas, pues dependerá de cada caso.

Tratamiento por causa hipofisaria y suprarrenal

Existen varias opciones terapéuticas para el síndrome de Cushing en perros, tratándose siempre de regular los niveles de cortisol directamente o solucionando la causa subyacente que produce este aumento del nivel de esta hormona en el cuerpo. Así, las opciones de tratamiento más habituales son las siguientes:

  • Medicamentos: es la vía menos agresiva para tratar al animal. Sin embargo, el tratamiento debe seguirse al pie de la letra y vigilando tanto el mejoramiento de los síntomas como el estado general del animal de forma regular y con los análisis pertinentes. El ketoconazol y el L-deprenil son las alternativas más comunes en estos casos, así como el trilostano y la selegilina.
  • Extirpación del tumor: no suele ser la primera opción, ya que lo aconsejable suele ser intentar con la opción farmacológica; sin embargo, dependiendo de la agresividad o el tamaño del tumor puede ser una alternativa para corregir el problema. Cabe destacar que las técnicas de cirugía hipofisaria en canes siguen en estudio para ser mejoradas y se trata de una opción que aún no está disponible en todos los centros especializados. En cambio, la cirugía de tumores suprarrenales es una práctica más extendida.
  • Radioterapia: este tipo de tratamientos se reserva para aquellos casos en los que el animal corre el riesgo de sufrir complicaciones neurológicas, pero al igual que la cirugía no es una opción común debido a que no todos los centros veterinarios están equipados para este tipo de tratamientos.

Tratamiento por causa iatrogénica

Cuando el hiperadrenocorticismo se origina por consumo de medicamentos con corticoesteroides o progesterona no se requiere de un tratamiento en particular. Lo que se aconseja es interrumpir la administración de dicho medicamento de forma progresiva. Y si se da el caso de que la terapia con este tipo de medicación es imprescindible, se puede establecer el consumo en días alternos. Pero siempre bajo las estrictas indicaciones del veterinario especialista.

Ahora que ya conoces todo lo relacionado con el cortisol alto en canes puede que te interese conocer los detalles sobre cuándo llevar a tu perro al veterinario y, en caso de que habitualmente te suponga un gran esfuerzo porque a tu mascota le asusta esta idea, descubre en este otro artículo cómo evitar el miedo al veterinario en los perros.

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