Qué hacer si mi perro cojea

Qué hacer si mi perro cojea

Si últimamente has visto que tu can está cojeando, es importante que intentes determinar cuál puede ser el origen de la cojera pues dependiendo de este, el tratamiento será uno u otro. Desde factores leves como una simple contusión a enfermedades más graves como la displasia, son muchos los motivos que pueden hacer que el animal camine cojeando, por eso, en este artículo de unComo vamos a contarte qué hacer si un perro cojea indicándote las diferentes opciones que tienes para ayudar a que mejor amigo se encuentre mejor.

Pasos a seguir:
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Una de las causas más frecuentes de que un perro sufra de cojera es que tenga algún objeto extraño clavado en las patas, sobre todo, si habéis ido al bosque a correr. Piedras, cortes o heridas son algunos de los motivos de que un perro no camine del todo bien y esto podrá tratarse con primeros auxilios ya que un poco de alcohol y tapando la herida para que no se infecte será suficiente para aliviar las molestias a tu perro.

En el caso de que se haya clavado algo en la pata, puedes intentar quitárselo tú mismo con unas pequeñas pinzas y, después, desinfectar la herida con alcohol o agua oxigenada. Si la herida es muy profunda es altamente recomendable que acudas a un veterinario para que le haga la incisión y, si cabe, le ponga puntos de sutura.

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Sin embargo, hay otros motivos un tanto más graves que pueden provocar que la cojera de un perro como, por ejemplo, la artritis canina. En este artículo te contamos cómo saber si tu perro tiene artritis para poder detectar si este puede ser el motivo de su cojera. También te descubrimos algunos remedios caseros para la artritis canina.

Esta afección aparece cuando se inflama una articulación y, por lo tanto, el animal experimenta dolor, dificultad para levantarse y mostrará una actitud mucho más mansa y relajada. El origen de esta enfermedad puede ser por una lesión o por una deformación congénita, por lo que es imprescindible que un veterinario realice el diagnóstico para determinar si puede tratarse con medicación o si se requiere una cirugía.

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También es habitual que los perros lleguen a cojear porque tengan algún hueso roto. Durante los paseos, estos animales suelen estar muy emocionados y pueden llegar a romperse alguna parte de su cuerpo sin que, de manera repentina, tengan ningún síntoma. En cuanto un can tiene roto algún hueso notarás cómo no es capaz de apoyar la pata en el suelo y también es bastante común que se queje cuando le tocas la zona.

En este sentido, lo que debes hacer si tu perro tiene la pata rota es ir a un veterinario para que le fije la fractura y contribuya a su pronta recuperación. Este tipo de lesión no puede tratarse de ninguna otra manera que no sea con la ayuda de un especialista.

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También puede ser que el perro sufra una dislocación de alguno de sus huesos, algo que le provocará un intenso dolor ya que el hueso queda fuera de su lugar a causa de un golpe o de una lesión. Al igual que a nosotros se nos puede dislocar un hombro, los perros también pueden experimentar esta afección y debe tratarse de manera inmediata ya que puede ser que haya provocado una hemorragia interna.

Con el tratamiento instantáneo, se puede llegar a curar de forma completa la dislocación y que el animal pueda disfrutar de una vida saludable como hasta entonces.

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También es posible que tu perro haya sufrido un esguince durante su paseo diario. Los esguinces ocurren cuando un ligamento o un tendón se lesiona ya sea porque se ha doblado o se ha estirado más de la cuenta. Es una afección muy común en los perros y podrás detectarlo si ves que el animal no puede apoyar la pata y, además, notas que la tiene hinchada y un poco blanda. Es habitual que aparezca hinchazón alrededor de la zona lesionada.

Si crees que este es el problema que puede tener el can, es importante que para aliviarle las molestias intentes reducir la hinchazón. Para ello, lo mejor es optar por aplicar una compresa fría alrededor de la pata que tenga dolorida o aplicar hielo envuelto en un paño. Del mismo modo, será imprescindible que acudas a un veterinario para que le traten la lesión y pueda mejorar rápidamente.

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Es también posible que tu perro cojee porque tenga quistes interdigitales. Existen algunas razas de perros que son propensos a padecer este tipo de quiste y, estos, pueden llegar a infectarse por la presencia de bacterias. Será en este momento cuando verás que el animal presenta cojera, tiene el área inflamada y de un tono rojizo, sobre todo en la parte superior del pie.

Si tu can es propenso a padecer estos quistes, es esencial que el veterinario te indique el tratamiento a seguir pues, en la mayoría de los casos, se tiene que dar antibiótico al perro para curar el que ya tiene. Además, existen algunas maneras de prevenir la aparición de estos quistes pero en cada perro es distinto así que será esencial que pidas la opinión de un especialista.

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La osteocondritis disecante de la cabeza del húmero (OCDCH) puede ser también otro de los factores que hagan que un perro presente cojera. Sobre todo este tipo de afección suelen presentarla las razas grandes y/o gigantes ya que ganan peso y crecen de una manera muy rápida y, esto, puede provocar una sobrecarga en las articulaciones que produzcan cojeras.

Para poder diagnosticar este tipo de enfermedad, se requiere una radiografía y la opinión de un especialista. Las articulaciones que más suelen padecerla son los hombros, el codo y la rodilla y los primero síntomas aparecen entre los 4 y los 8 meses de edad. Este tipo de afección también tiene que ser tratada por un veterinario pues requiere de una intervención quirúgica.

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