Los jerbos son una especie de roedores muy similares al hámster pero con una cola larga y que procedentes de zonas áridas de Oriente Medio y África. No hace demasiados años que el jerbo ha sido introducido como animal de compañía y mucha gente los confunde con hámsters y ratas, aunque son diversas las diferencias entre ellos. En este artículo de unComo te damos las claves sobre por qué tener un jerbo y no un hámster.
En primer lugar, cabe destacar que los jerbos son más inteligentes y dóciles que los hámsters y demás roedores. Se ha llegado a decir que la inteligencia de un jerbo es 10 veces mayor a la de una rata blanca.
Asimismo, mientras que los hámsters duermen la mayor parte del día y cuentan con hábitos nocturnos, los jerbos alternan sus periodos de actividad. De esta forma, podremos interactuar con ellos durante el día y no pasarán las horas durmiendo.
Si elegimos un jerbo, no deberemos temer por que muerda, ya que no son agresivos y solo atacan en caso de sentirse totalmente acorralados. En cambio, los hámsters son muy agresivos entre ellos y los padres llegan incluso a comerse las crías.
Por otro lado, y como punto a favor, los jerbos no desprenden olor y tampoco necesitan demasiados cuidados especiales. Bastará con que les limpies la jaula cada 2 o 3 semanas, o incluso con menos frecuencia en invierno.
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