Por qué mi gato tiene calvas

Al principio, el dueño suele encontrar un aumento en la cantidad de restos de pelo que su mascota deja sobre las alfombras, suelo y sofás. Asimismo quizás vea a su gato morderse el pelo o incluso arrancárselo mediante lamidos, lo que significa que está tratando de aliviar el picor. Si notas que este es el comportamiento de tu gatito o si ves más pelos suyos que antes en tu casa, debes averiguar cuáles son las causas de estas circunstancias.

Además el animal puede acercarse a ti solicitando que le rasques o puede frotarse con cualquier objeto que encuentre para aliviarse. También se muestran menos tranquilos y duermen menos horas debido a que por el picor no consiguen relajarse.

Debido a la fricción del lamido, el pelo se rompe y aparece la alopecia en distintas zonas de su cuerpo, habitualmente en el vientre, los lados, en el interior de las patas o alrededor de sus orejas, así como pueden aparecer mechones pegados en su lomo o en la cola. Por otro lado, estas calvas pueden acompañarse de granos, rojeces o heridas.

Cuando el gato tiene dermatofitosis, los hongos provocan calvas en los gatos. Normalmente aparecen en la cara, las patas y las orejas. Respecto a los síntomas, la piel se reseca y a veces aparecen escamas. Como dueño tienes que ir con cuidado, porque la tiña se transmite fácilmente a las personas.

En lo que respecta al tratamiento, el veterinario decidirá qué tipo es el adecuado, siendo la aplicación de cremas o lociones, así como los baños o medicamentos orales los más comunes.

Además de los ya comentados hongos, otros parásitos comunes en los gatos que pueden ocasionar calvas son las pulgas. Por eso lo primero que hacen muchas clínicas veterinarias ante el problema de la caída del pelo es analizar si el animal tiene agentes externos de este u otro tipo.

Si ves a tu mascota lamiéndose o mordiéndose la base de la cola, probablemente tenga pulgas. Estos parásitos pueden agarrarse a la piel del gatito si lo sacamos a la calle, al rellano, donde haya podido pasar un perro, e incluso a balcones o terrazas. El animal se lamerá la zona donde la pulga esté actuando ejerciendo una constante fricción que puede dar lugar a la aparición de calvas.

Por otro lado, la sarna provocada por los ácaros también puede causar un intenso picor, a lo que el gato reaccionará de la misma manera: mordiéndose y lamiéndose con insistencia para aliviarse.

Si tras una inspección se descarta la presencia de parásitos en el felino, deben estudiarse otras afecciones, como por ejemplo las alergias, tanto alimentarias como ambientales, que también se manifiestan con picor.

Además la alopecia puede darse debido al sometimiento del animal a altos niveles de estrés, por ejemplo al exponerse a situaciones de incertidumbre o de sorpresa constantes, a las que ellos responden acicalándose obsesivamente buscando así un alivio a su ansiedad.

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