Cómo tratar la hepatitis en los perros

Cómo tratar la hepatitis en los perros

¿Tu perro tiene hepatitis? Pues sigue leyendo porque vamos a contarte cómo tratar a tu mascota si sufre esta enfermedad. La hepatitis vírica canina es una enfermedad muy contagiosa y que puede ser mortal. Es causada por el adenovirus canino tipo I. Afecta sobre todo a perros menores de 1 año y sus síntomas incluyen pérdida de peso, fiebre, secreciones oculares y nasales, conjuntivitis, y vómitos entre otros. En unComo.com te contamos cómo tratar la hepatitis en los perros.

Pasos a seguir:
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La hepatitis vírica o CAV-1 no se trata directamente. El tratamiento va encaminado a paliar los efectos negativos sobre el organismo del perro, es decir, para procurar que los daños sean los mínimos. Hay que tener en cuenta que muchas veces a pesar de hacer todo lo posible, un perro que contrae hepatitis puede que no sobreviva a sus efectos.

El veterinario suele diagnosticar esta enfermedad tras una exploración completa y exhaustiva que incluye análisis de orina y sangre. También para confirmar la presencia de esta dolencia se suele aislar el virus partiendo del riñón, del hígado y de la cámara anterior del ojo mediante inmunofluorescencia. Una vez vistos los resultados, el veterinario determinará la forma de tratar la enfermedad.

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El tratamiento para la hepatitis más estándar consta de medicamentos antibióticos para mantener controladas las infecciones bacterianas secundarias, también serán necesarios fármacos para los diferentes síntomas que el perro haya presentado como son los vómitos, la insuficiencia hepática, la diarrea, o los problemas de coagulación sanguínea.

Una de las recomendaciones si tu perro padece hepatitis será que le cambies la dieta por una especial para canes con insuficiencia hepática. Para que el cambio de comida no sea muy brusco puedes introducir la nueva comida mezclando con la antigua y poco a poco la vas sustituyendo. En unComo te contamos qué puede comer un perro con hepatitis.

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Para tratar a tu perro con hepatitis tendrás que seguir otras pautas. Es importante que tu mascota esté en reposo y no realice ningún tipo de esfuerzo físico. Muchas veces cuando se nota que el perro mejora levemente se intenta que recupere su rutina y empiece a pasear como antes y esto no es recomendable. Mientras esté siendo tratado es mejor que lleve una vida muy tranquila.

Para aliviar todas las molestias musculares y todo tipo de dolores se recomienda la toma de antiinflamatorios bajo supervisión médica. Al estar tu mascota enferma, el hígado eliminará poco a poco de su organismo algunos de los medicamentos administrados, por eso es posible que haga falta bajas las dosis o aumentar el intervalo entre fármacos.

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La prevención se basa en la vacunación. La hepatitis vírica canina se puede prevenir gracias a la primera vacunación de los cachorros y, también, por las dosis de recuerdo que se hacen anualmente.

Según la situación particular de su perro, el veterinario escogerá el protocolo más adecuado para sus necesidades. Tener la cartilla de vacunación al día es un requisito obligatorio para asistir a las exposiciones y las residencias caninas.

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Una vez tu perro ha sido diagnosticado hay que evitar esté con otros permaneciendo aislados de otras mascotas sensibles al contagio. Es fundamental tomar medidas de higiene como por ejemplo limpiar toda la casa con desinfectantes y la ropa que ha estado en contacto con tu perro deberás cambiarla inmediatamente. Si además hay animales en la familia que no han sido vacunados es recomendable ponerlos en cuarentena.

Aunque la mejor forma de prevención es siempre la vacunación. La hepatitis vírica canina es una de las primeras vacunaciones de los cachorros junto con la de moquillo y la leptospirosis y suele haber además una dosis de recuerdo anual.

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