Cómo tratar la babesiosis canina

La babesiosis canina es causada por un protozoo que infecta los glóbulos rojos. Existen dos tipos de organismos que provocan esta enfermedad: Babesia gibsoni y Babesia canis. La infección se produce por la picadura de una garrapata, o en algunos casos por la transfusión con sangre de un animal infectada. Existen tres cuadros clínicos según la gravedad de los síntomas. En este artículo de unComo te descubrimos otras enfermedades que las garrapatas transmiten a los perros.

El estado hiperagudo presenta shock con hipotermia, hipoxia tisular (cuando los tejidos no reciben suficiente oxígeno) y otras lesiones en vasos y tejidos. En este estado pocos animales se recuperan. Suele ser el caso de cachorros con muy pocas defensas o perros con una grave infestación por garrapatas.

El estado agudo es el más común y se caracteriza por una anemia hemolítica (destrucción de los glóbulos rojos). Las secuelas son anemia, fiebre, aumento de los ganglios linfáticos, y del tamaño del bazo. Si se trata de Babesia canis puede encontrarse ictericia (coloración amarilla de las mucosas) y presencia de orina en la orina.

Otro de los estados clínicos de la babesiosis canina es el crónico. No es muy habitual y se caracteriza por anemia, pérdida de peso y fiebre intermitente. Existen otros síntomas algo menos frecuentes pero que pueden llegar a presentarse en casos agudos. Pueden haber vómitos, diarreas, ascitis (acumulación de líquido en el abdomen) problemas oculares o incluso neurológicos como descoordinación o convulsiones. Existen perros sanos que son portadores de este parásito sin presentar ningún síntoma, pero puede ser la fuente de la infección.

Si tu mascota presenta cualquiera de los síntomas mencionados, acude al veterinario para que le hagan pruebas para conseguir un diagnóstico. La babesiosis canina se caracteriza por la anemia y por un número bajo de plaquetas (trombocitopenia) por lo que en una analítica de orina se pueden ver alteraciones pero la mejor forma de saber si padece esta enfermedad es visualizando la presencia del parásito en la sangre. Si no se ve nada, será la serología (detección de anticuerpos) la base para conseguir un diagnóstico certero. Aunque en esta prueba no se puede diferenciar entre los dos tipos de babesia.

El tratamiento de la babesia se basa en el uso de medicamentos para acabar con el parásito. Si tu perro está en una fase severa de anemia, necesitará una transfusión. El producto más eficaz para combatir este parásito es el dipropionato de imidocarb, que se administra por vía subcutánea o intramuscular, y cuya inyección se repetirá en 2 semanas tras la primera dosis.

Es un medicamento potente que puede producir temblores, diarreas y vómitos. Existe otra manera de combatir la babesiosis canina con antibióticos como metronidazol pero son menos efectivos. Y es importante que sepas que a Babesia Gibsoni es más compleja de tratar.

Al final, el mejor tratamiento de la babesia es la prevención. Debes tener siempre bajo control a las garrapatas, para ello da a un perro baños antiparasitarios, limpia el ambiente con insecticidas, utiliza collares para ahuyentar a las garrapatas (u otros métodos como pipetas, pulverizadores).

Las medidas preventivas serán tu mejor aliado para que tu perro no sea víctima de las garrapatas. Y por último, no hay que olvidar que una de las formas de contraer la enfermedad es por transfusiones de sangre, así que siempre debe ser analizada antes.

En unComo te descubrimos otros remedios caseros para eliminar las garrapatas en los perros.

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