La artritis canina es una de las condiciones degenerativas más comunes en los perros, sobre todo en los de avanzada edad y aquellos que sufren sobrepeso. Cuando ocurre, se produce una degradación del cartílago articular y la creación de osteofitos que empeora con el paso del tiempo si no se identifica e inicia un tratamiento. Igual que ocurre con los humanos, la artritis en cans presenta una serie de síntomas que manifiesta que nuestro perro tiene algún problema de salud. Sigue leyendo este artículo de unComo y descubre cómo saber si tu perro tiene artritis.
Aunque esta enfermedad degenerativa puede afectar a cualquier perro, es importante que sepas que existen una serie de circunstancias y factores de riesgo que favorecen su aparición y desarrollo. Los cans con más posibilidades de sufrir artrosis son:
- Los mayores de ocho años. Más de la mitad de los casos de artrosis canina oscilan los nueve y trece años de edad. Con el paso del tiempo las articulaciones y estructuras óseas se degeneran y es más probable que aparezcan este tipo de enfermedades.
- Los de raza grande o gigante. Cuanto más grande sea el perro, más peso deben aguantar las articulaciones de sus extremidades, favoreciendo su desgaste.
- Los que padecen obesidad o sobrepeso. Las articulaciones deben soportar un peso que se encuentra muy por encima del ideal, produciendo una sobrecarga de las mismas.
Además de estos, cabe destacar que existen algunas razas con más predisposición genética que otras, es el caso del Labrador Retriever y del Pastor Alemán. Asimismo, si el perro ha sufrido algún tipo de cirugía articular, las posibilidades de sufrir artritis se incrementan.
El síntoma más común en perros que tienen artritis es la cojera. Si tu can no camina como de costumbre y observas que cojea ligeramente de una de las patitas o más, es posible que sufra esta enfermedad degenerativa y debas llevarlo al veterinario.
También es común que los cans con artritis presenten rigidez al despertarse y dificultades a la hora de levantarse. Dicha rigidez puede ser más o menos leve en función del estado de la enfermedad.
El dolor crónico y persistente es otro de los síntomas de la artritis canina. Al sentir un notable dolor en las articulaciones al caminar o moverlas, es normal que el perro empiece a cojear y reducir sus movimientos. Por ello, es importante prestar atención a los cambios de conducta de nuestro can. Si era un perro enérgico y, poco a poco, ha ido disminuyendo la intensidad del ejercicio, dejado de correr o incluso de caminar, es posible que tenga algún problema en las articulaciones.
Además de la reducción de ejercicio y amplitud de movimientos, puedes notar si tu perro sufre dolor en las articulaciones o no mediante la palpación. Si al tocar sus patitas tu perro llora o realiza algún gesto que indica que le duelen, puede ser que la causa sea artritis. Asimismo, fíjate si al lamerse o rascarse siente algún tipo de molestia.
El estado de malestar puede provocar en el perro un decaimiento del ánimo, así como pérdida del apetito y, por consiguiente, de peso. En muchos casos, los cans expresan los síntomas de dolor mediante gemidos leves o llanto ligero, pero constante. Sin embargo, muchos otros no lo exteriorizan, hecho que dificulta que sus dueños puedan identificar la enfermedad. Por ello, es importante fijarnos en la cantidad de comida y líquidos que ingieren, así como en su estado de ánimo.
Si notas alguno de los síntomas anteriores, no dudes en llevar a tu perro al veterinario para que diagnostique la artritis canina e inicie el tratamiento adecuado. Normalmente, el especialista explora y examina las articulaciones del can para comprobar si existe dolor y rigidez, y poder confirmar o no el diagnostico. Debido a que muchos cans no exteriorizan el dolor y puede que tarden en mostrar los primeros síntomas, siempre es recomendable examinarlos frecuentemente.
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