Cómo saber si mi gato tiene pulgas

La señal más evidente de que nuestro gato tiene pulgas es que se rascará más a menudo que de costumbre. Debemos estar especialmente atentos si nuestra mascota se rasca mucho por la zona de detrás de la cabeza, ya que es el lugar en el que se suelen instalar las pulgas.

Si tenemos un gato con el pelo largo, estaremos acostumbrados a que nos pida que le cepillemos, ya que es algo que le genera bienestar. Si comprobamos que esta demanda se hace mucho más frecuente que de costumbre, es cuando podemos empezar a pensar que las pulgas se han alojado en nuestra mascota.

El picor que le causa a un gato una pulga alojada en su piel le hará sentir un malestar general que se traducirá en que tendrá menos ganas de jugar y de realizar sus actividades cotidianas. Por ello, también deberemos estar alerta ante un cambio en este sentido que detectemos en nuestro animal.

Cuanto notemos estos síntomas citados, deberemos pasar a la acción y comprobar sobre el terreno si nuestro gato tiene pulgas, que son unos insectos muy pequeños de color marrón. Lo más probable es que no encontremos al animal, pero sí sus huevos -unos pequeños puntos de color blanco- o sus defecaciones -de color negro-.

• En el caso de los gatos con poco pelo y que sea corto, no nos será difícil encontrar estos restos con una inspección visual en profundidad.
• Si nuestro gato tiene el pelo largo, lo que deberemos hacer es cepillarlo sobre una toalla y, en ésta, comprobar si hay restos de huevos o defecaciones.

En el artículo de cómo desparasitar a mi gato encontrarás soluciones al problema.

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