Cómo regañar a mi perro

Es muy importante que los amos comprendan que la disciplina debe impartirse desde que el perro es un cachorro, de este modo se podrán ir corrigiendo los malos hábitos y los comportamientos errados. En nuestro artículo cuándo empezar a educar a un perro te explicamos el momento indicado en el que puedes impartir disciplina según el tipo de orden y actividad, y es que si esperamos a hacerlo cuando el animal haya crecido nos costará mucho más hacer que preste atención y haga caso.

Cuando se trata de regañar al perro debes tener clara una premisa fundamental: tienes que hacerlo cuando lo encuentres en el acto, no después, pues el animal quizá no comprenda que hizo mal al no poder asociar la acción con el castigo.

Al llamar su atención cuando se encuentra mordiendo los muebles u orinando donde no debe, él sabrá exactamente que ese acto es inadecuado y entenderá que no debe repetirlo en el futuro.

Si se trata de una conducta que repite con frecuencia y en la que lo hemos descubierto varias veces, entonces podrás regañarle después que de haya cometido el delito pues el animal con seguridad ya sabe que eso no está bien pero por algún motivo (aburrimiento, soledad, falta de ejercicio, depresión, etc) continúa haciéndolo.

Ten en cuenta que si esto se repite, es casi seguro que tu animal está sufriendo de ansiedad. en este caso es fundamental que cambies el modo en el que te relacionas con tu can y le ofrezcas un espacio adecuado para su ejercicio y esparcimiento. En nuestro artículo cómo controlar la ansiedad en los perros te explicamos el modo adecuado de hacerlo.

Al momento de regañar al perro no debes llamarlo por su nombre, o el animal lo asociará con algo negativo y dejará de responder. El llamado de atención debe ser con una palabra corta, nada de sermones pues el animal no entenderá. Un "No" firme y claro y un gesto bastarán. Por ejemplo si el perro está mordiendo la pata de la mesa, entonces deberemos decirle que no se hace y apartar su hocico del mueble para que comprenda a qué te refieres.

Hay casos extremos en los que los dueños deciden golpear al animal para llamar su atención, pero esta actitud no es recomendable pues la meta nunca debe ser hacerle daño al perro, por eso no te recomendamos optar por esta vía.

El regaño debe ser firme y realizarse siempre con un tono de voz similar para que tu mascota pueda distinguir cuando ha hecho algo mal y cuando será recompensado. El sistema de recompensas también es importante, cuando tu mascota se porte bien no olvides premiarlo con una galleta para que sienta que su buena conducta merece la pena.

Disciplinar y corregir las malas conductas de nuestro perro no es tarea sencilla, requiere de paciencia y perseverancia, pero recuerda que esta rendirá sus frutos haciendo de tu animal una mascota educada, capaz de convivir en familia.

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