Si tienes que empezar a administrar medicación a tu perro en sus ojos, sigue leyendo este artículo. Generalmente, poner gotas o cremas en el pabellón ocular suele ser una tarea un poco complicada y delicada. Aunque esto dependerá también del carácter de tu mascota y de si está acostumbrada a que la toques sin problema. Si debes ponerle gotas será para combatir alguna infección, ojos secos, o incluso para tratar úlceras, temas de salud bastante importantes que no debes ignorar. En unComo vamos a darte algunas instrucciones para que el proceso sea lo más rápido y efectivo, te mostramos con detalle cómo poner gotas en los ojos a un perro.
Si debes cuidar los ojos de tu perro con alguna medicación, te recomendamos que tomes muy en serio estos pasos y verás cómo conseguirás ponerle las gotas sin incidencias. Para empezar, debes lavarte bien las manos antes de tocar ninguna parte del rostro de tu mascota. En realidad, este es un hábito que deberías tener siempre en cuenta, pues vas a tratar una zona muy sensible al polvo y a todo tipo de bacterias, así que lavarte las manos con un jabón antibacteriano es una precaución necesaria.
Una vez tengas limpias las manos, es conveniente que tengas preparada la medicina. Coge las gotas o la crema, abre los recipientes y déjalos listos para usar. Lo más normal es que tu perro no quiera que le pongas nada, se resistirá y si encima no lo tienes todo a punto, será imposible trabajar con rapidez.
Lo mejor para poner unas gotas a tu perro en los ojos es que alguien te ayude. Si tu mascota es muy tranquila, no se molesta o ,simplemente, está acostumbrada, puede que puedas hacerlo sin ayuda. Pero si tienes claro que tu can se va a resistir, e incluso es posible que se ponga un poco agresivo, es mejor que te ayude otra persona de confianza. Tú serás quién le ponga el medicamento y esa otra persona, será la que sostenga con seguridad a tu perro. La mejor manera de cogerlo es ponerse detrás del can o asegurando su grupa entra las rodillas. Y después, con las manos libres podrá estabilizar la cabeza de tu mascota para que tú te centres en poner el medicamento. En el caso de perros pequeños, es mucho mejor colocarlo sobre una mesa.
En el caso de que tu perro se resista mucho y sea muy fuerte, tendrás que valorar la posibilidad de usar alguna técnica para contenerlo. Por ejemplo, podrías optar por ponerle las gotas mientras esté recostado. Haz que se acueste en el suelo y si notas que se pone algo violento, podrías ponerle el bozal, así limitarás su capacidad para abrir la boca. Hacerlo de esta manera no es muy recomendable, porque tu perro verá todo esto como un episodio muy traumático. Este tipo de técnicas lo que harán es que tu mascota se ponga muy tensa y no lo estarás preparando para el futuro. Hay que optar porque la experiencia sea rápida y lo más agradable posible, así será más sencillo de conseguir en próximas ocasiones.
Antes de administrarle las gotas a tu perro debes limpiar suavemente los ojos, todo el pabellón ocular tiene que estar bien limpio. Levanta su mandíbula para ver bien su rostro y si ves cualquier secreción, pasa una gasa, algodón o paño húmedo para eliminarla. Cualquier objeto que uses para limpiar sus ojos, tíralo enseguida para que no haya riesgos de infecciones recurrentes. Ahora es el momento de posicionar la cabeza de tu mascota para administrar el medicamento, tendrás que sostener su cabeza con la mano no dominante y con la otra el recipiente.
A continuación, con el pulgar de la mano que aguanta su cabeza, tira hacia abajo con suavidad el párpado inferior hasta que se forme una bolsa. Ese hueco, llamado saco conjuntival, es el lugar perfecto para poner la medicina. Apoya la mano con las gotas en la frente de tu perro porque si se mueve, tu mano también lo hará. Aplica las gotas y ten mucho cuidado en no tocar con el frasco los ojos de tu mascota. Puedes poner las gotas en el saco o el globo ocular, según prefieras. Una vez pongas las gotas en el saco, se difundirá por todo el ojo sin que se salga nada. Evita durante unos segundos que tu perro sacuda la cabeza para que le penetre bien la medicación.
Una vez lo hayas hecho, tendrás que recordar un poco el procedimiento. Seguramente, el tratamiento para los ojos requerirá varias aplicaciones, así que procura ser paciente y con el tiempo tendrás mucha destreza en aplicar gotas.
También es muy importante que sigas las instrucciones de tu veterinario en cuanto a la frecuencia de administración, además es posible que te recomiende que no solo le pongas las gotas en un ojo, y es que en muchas ocasiones hay un alto riesgo de que la bacteria infecte el otro ojo.Ten mucho cuidado con estos medicamentos porque caducan muy pronto.
Por último, recuerda pensar siempre en el bienestar de tu mascota, haz que este momento sea lo mejor posible y, al final, dale siempre un buen premio en forma de mimos y golosinas. Si la experiencia es positiva, con el paso del tiempo podrás tratar a tu mascota de cualquier cosa sin dificultades.
Si deseas leer más artículos parecidos a Cómo poner gotas en los ojos a un perro, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Mascotas.