Si tienes como mascota un gato ya debes saberlo: estos animales no son precisamente seres muy adaptables, se apegan a su entorno y no son muy abiertos a cambiar de entorno con frecuencia. Sin embargo no por esto evitaremos mudarnos, pero al hacerlo resulta conveniente tener en cuenta algunas recomendaciones que puedan facilitar al máximo el traslado y la adaptación al nuevo hogar, reduciendo el estrés del animal y garantizando su bienestar. Para conseguirlo en este artículo de unComo.com te explicamos cómo mudarse de casa con un gato.
Los gatos suelen sentirse muy nerviosos y estresados ante una mudanza. A los felinos no les gusta cambiar de entorno, les molestan los ruidos fuertes, la presencia de desconocidos, los viajes y todo aquello que los saque de su rutina. Por eso es muy importante que nosotros, como dueños, intentemos hacer todo para reducir al máximo los factores estresantes que puedan afectar el bienestar de tu animal.
Una buena forma de comenzar es embalando todos nuestros objetos para la mudanza al menos una semana antes de que la misma ocurra. Cuando el animal detecte la presencia de cajas, maletas, entre otros, podrá irse acostumbrando poco a poco a que están ahí y entendiendo que algo está a punto de cambiar. Sin embargo es conveniente que su espacio no sea modificado sino hasta último momento.
El día de la mudanza es muy importante que tu gato no esté dando vueltas por casa, no solo porque podría hacerse daño sino porque el movimiento de muebles y la entrada y salida de gente podría ponerlo aún más nervioso y hacer que se escape. Lo más conveniente es encerrar al animal en una habitación en la que pueda contar con su comida y agua, su arenero, su cama, el transportin y sus juguetes favoritos.
Es importante mantener la puerta de esta habitación cerrada y dejar preferiblemente una nota para que nadie la abra. Si el gato está dentro con alguien de confianza mucho mejor pues esto hará que el animal se sienta mucho más seguro. Procura que el gato no coma durante al menos 3 horas antes de la mudanza, de este modo evitarás el malestar estomacal en el animal.
Cuando se haya realizado toda la mudanza y solo quede el contenido de la habitación donde está el gato, llega la hora de meter al animal en el transportín y sacarlo de la habitación. Es muy importante que tu gato viaje en el transportín pues esta es la forma más segura de llevar al animal durante la mudanza.
Al mudarte de casa con un gato el felino siempre debe ir contigo, nunca deberás meterlo en el camión de mudanza, en el maletero del coche o trasladarlo con algún extraño, esto solo aumentará la sensación de ansiedad en el gato haciendo que se sienta más incómodo.
Una vez que hayan llegado a la nueva casa ¡no sueltes al animal! Deberás encerrar al gato nuevamente en una habitación y dejarlo allí mientras se realiza el resto de la mudanza. Este aspecto es muy importante ya que todo el proceso puede ser muy estresante para tu gato y si el mismo se encuentra en libertad podría querer escapar de casa.
No permitas que el gato se acerque aún a las ventanas ni al balcón en caso de que lo haya, el felino debe permanecer en la habitación con sus pertenencias hasta que la mudanza haya terminado. Además es importante que los muebles de la cocina estén instalados en su lugar antes de permitir la salida de tu mascota, así evitarás que por nervios se esconda en algún espacio estrecho de esta zona.
Una vez que todos los muebles estén dentro de casa y que el ambiente esté más o menos bajo control, entonces podrás dejar salir al felino asegurándote previamente de que todas las puertas y ventanas estén bien cerradas para evitar que el animal escape. Se recomienda aplicar en todas aquellas zonas a las que el gato puede llegar un producto que contenga feromonas felinas, puedes adquirirlo en una tienda especializada en animales. También es posible comprar un difusor que se enchufe, si has optado por esta alternativa entonces ve cambiando el difusor a distintos puntos de la casa para hacer que el animal se sienta más a gusto en este espacio.
Deja que el gato explore las habitaciones del lugar y se familiarice con el entorno, de ser posible asegúrate que la distribución de objetos personales como el arenero o la zona para comer sean similares a las de tu otra casa.
Es muy importante que mantengas las rutinas que tenías con tu felino en el nuevo hogar, esto hará que proceso de adaptación del gato al mudarse de casa sea más rápido. Dale su comida siempre a la misma hora, mímalo mucho y juega con él para que se sienta a gusto en este nuevo espacio.
Durante las dos primeras semanas después de la mudanza es muy posible que tu gato esté nervioso e inquieto, pero tranquilo es algo normal pues este es el tiempo de adaptación estándar de los felinos a un nuevo entorno.
Se recomienda que el gato esté identificado con microchip por si decide escapar, además será útil que cuente con alguna placa identificativa que contenga tus datos.
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