Cómo elegir un perro para niños

Cómo elegir un perro para niños

El perro es el mejor amigo del hombre, pero lo que quizás no sabías es que también puede ser el mejor amigo de tus hijos si eliges la raza adecuada. Un perro, lejos de ser un estorbo, puede ser de gran ayuda a la hora de educar a tus hijos.

Es un compañero cariñoso y fiel, además de ser un animal muy interactivo con los seres humanos y sociable. Los niños aprenderán a comunicarse de otra manera más instintiva y a entender las bases de la comunicación desde la observación y la escucha de las necesidades de otro ser vivo que no habla su idioma. Lo cual es más necesario de cara al futuro de lo que muchas veces nos parece.

A continuación, desde unCOMO, te explicamos cómo elegir un perro para niños, para que disfrutes de los múltiples beneficios de que los más pequeños crezcan en compañía de una mascota.

Las razas de perro ideales para niños

Sabiendo que tener un can como mascota para acompañar a los niños en su desarrollo es una de las 10 razones por las que tener un perro, debes pensar algunas cosas antes de escogerlo. Por ejemplo, debes tener en cuenta el tamaño de tu perro y de tu hijo, ya que si vas a hacérselo pasear es necesario que el can no tenga más fuerza que el niño, por razones obvias.

El otro punto a tener en cuenta es nuestra capacidad de acogida a nivel de espacio (que determinará si podemos tener un perro grande o pequeño) y tiempo de dedicación (para decidir si será más activo o menos).

A partir de aquí, vamos a mostrarte 7 razas de perro ideales para niños:

Bichon Maltés

Parece un muñeco de peluche pero no lo es, y es importante que todos los miembros de la familia lo tengan en cuenta. A partir de ahí, el Bichon Maltés es una raza ideal para los niños ya que es juguetón, cariñoso e inofensivo siempre y cuando corra lo suficiente para llegar cansado al hogar. Además, es una de las mejores razas de perros para vivir en apartamentos.

Beagle

Muy enérgicos y algo nerviosos, por lo que en principio son ideales para niños movidos. Son protectores y, si no están bien educados, tienden a ladrar bastante para avisarnos de cualquier cosa. Eso sí, solucionado el tema de los paseos y ladridos, son la opción más divertida para tener con niños. Los Beagles son perros muy alegres y juguetones, también respetuosos, cariñosos y pacientes. Serán un amigo fiel para tu hijo y gran compañero de aventuras y juegos.

Dálmata

La gran pantalla les dio la fama gracias a la película de Walt Disney, pero más allá de eso, el Dálmata es realmente una raza excepcional para tratar con los más pequeños. Son fieles y enérgicos, pero muy cuidadosos con los amos, y atentos. También son muy sociables si se les educa correctamente desde el refuerzo positivo. Son una buena opción si la tuya es una familia deportista que disfruta haciendo actividades al aire libre, porque necesitan una buena dosis de campo para saciar su energía.

Golden retriever y labrador retriever

En general, los perros labrador y golden retriever tienen un carácter que encaja muy bien con la vida familiar. A pesar de que crecen bastante, son cariñosos y dóciles desde el primer día, y son perros que tienen especial delicadeza con los niños. Además, son muy obedientes, pacientes y es fácil enseñarles. Se llevan bien con otros perros y son muy sociables con las personas.

San Bernardo y Bobtail

Son dos razas diferentes pero las ponemos juntas porque necesitan cuidados parecidos. Ambos son perros que necesitan mucho espacio y tiempo para correr libremente hasta cansarse. No soportan vivir en un piso, a no ser que se les saque a la calle varias veces al día y se ejerciten, y es casi imprescindible vivir cerca del campo o tener un buen jardín para una convivencia sin problemas. Eso sí, los dos son puro amor: grandotes, suaves, peludos (hay que cepillarlos a menudo) y nada agresivos ni nerviosos. Ideales para convivir con niños. Además, ambas razas son de los perros más tranquilos que hay.

Las características de un perro ideal para niños

Por si prefieres adoptar un can sea de raza pura o no, uno de los aspectos más importantes es que te fijes en que el perro que vayas a elegir sea paciente y tranquilo, pero con ganas de jugar. Los expertos recomiendan que no supere los dos años ni esté por debajo de los ocho meses. Para que no dé tanto trabajo como un cachorro pero todavía esté en edad juguetona, que es cuando están más divertidos y mostrarán un interés y facilidad especiales para relacionarse con los niños.

Otra característica importante es que no sea un perro muy dominante o posesivo, para no tener problemas con los juguetes. Los perros con un marcado instinto cazador suelen ser muy celosos de su presa, aunque sea una pelota o un calcetín. Por eso, aunque no sean agresivos, sí pueden ser gruñones si tus niños se apuntan al juego de robarle sus juguetes, o al revés.

En cualquier caso, lo más importante a la hora de escoger un perro para niños, es hacerlo con los niños. Especialmente si te decides por adoptar un can de perrera o protectora de animales. Lo más recomendable es ir todos juntos y dejarse asesorar por las personas que trabajen allí, que son quienes mejor conocen los carácteres de lo perros que tienen.

Sólo hay que tener en cuenta, antes de ir, el tiempo y el cuidado que vas a poder dedicarle a tu perro, y hablar sinceramente con los del centro de acogida para que encuentren la opción que mejor se adapte a tus necesidades.

Beneficios de crecer con un perro para los niños

Un perro puede servir de gran ayuda a la hora de enseñar a los pequeños a asumir responsabilidades, ya que teniendo una mascota aprenderán a cuidar de un ser vivo igual que sus padres están haciendo con ellos.

No hace falta recordar, además, que los canes se utilizan mucho en terapias para niños con dificultades emocionales o físicas, ya que el contacto con estos animales les ayuda a mejorar su relación con otros seres y su capacidad de coordinación motora.

Y es que, en realidad, para cuidar bien de un perro hay que estar atento al lenguaje no verbal y sacar de uno la parte más instintiva porque ellos no hablan con el mismo lenguaje que los humanos pero sí saben, por ejemplo, cuando su amo está contento o triste.

Un perro es un animal que hace mucha compañía, y esto puede ayudar a los niños a perder el miedo, por ejemplo, a la oscuridad, ya que el can está siempre vigilando por él, y el niño lo sabe. Crecer en compañía de un perro le ayudará a sentirse seguro de cara al exterior y a ir con más confianza gracias a su compañero peludo.

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