Cómo ayudar a un niño a superar la muerte de su mascota

Lo más importante es la edad del niño; y es que no afrontarán igual la pérdida con 3 o 5 años que con 12. Cuanto más pequeños menos entenderán lo sucedido. Así pues, es necesario adaptar el discurso para la edad, intentando suavizar un poco las cosas o endulzando el final del animal pero sin mentir en ningún momento, pues el niño ha de saber que su mascota no volverá.

Si el niño es más mayor, tenemos que intentar responder a todas las preguntas que nos hagan sin ningún titubeo. Es un buen momento para introducir al pequeño en el ciclo de la vida, para que pueda comprender que la vida y la muerte están irremediablemente unidas.

En los momentos de nostalgia, es bueno recordar a la mascota. Intentemos pues hablar de los momentos bonitos vividos con ella. No es malo recordar a un ser querido.

Evidentemente cada niño es un mundo. Además, cada individuo necesita un tiempo determinado para pasar el duelo de la muerte de una mascota. Si nuestros hijos se muestran enfadados o incluso celosos de las mascotas de otros niños, debemos actuar en todo momento con comprensión.

Realizar un entierro simbólico puede ser una buena opción para que el niño entienda que su amiguito no volverá y está en un lugar mejor.

En los casos en los que el animal se enfrente a una enfermedad, debemos ir preparando a los niños para el final de la misma. Así, podrán despedirse de ellos. Además, si practicamos la eutanasia en el animal, es mejor que el niño se mantenga al margen, pues normalmente es un tema que los confundirá aun más.

Por último, no reemplacemos inmediatamente a la mascota. Será mejor que pase un tiempo para que todos estemos preparados.

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