Cómo cuidar a un doberman

Lo primero que debes hacer es llevar a tu perro al veterinario para una revisión completa y que le administre las vacunas correspondientes. Además, con controles habituales, el especialista podrá valorar y monitorizar si existe algún signo preocupante en su desarrollo. Podrá ver si presenta algún trastorno como el síndrome de Wobbler, una malformación de las vértebras del cuello o miocardiopatía o agrandamiento del corazón. Ambas dolencias típicas de la raza y lo mejor es saber si tiene estos problemas lo antes posible.

Uno de los cuidados más importantes es la alimentación. Has de proporcionarle comida de alta calidad con granos de arroz integral y carne. Su ración de alimento dependerá de su nivel de actividad física, peso y edad. Hasta que cumpla un año, tendrás que darle de comer pienso para cachorros para que obtenga los nutrientes necesarios para su desarrollo; en el siguiente artículo puedes ver cómo alimentar a un doberman cachorro. Si hay un aumento muy acelerado del peso, puede que el veterinario recomiende dejar ese pienso por su elevado aporte de calorías.

Desde que tu doberman sea pequeño, debes dedicar tiempo a su educación. Enséñale buen comportamiento para que adquiera obediencia a medida que crezca. Es una raza muy inteligente y las órdenes de abajo, quedarse quieto o sentarse las aprenderá sin problema usando el refuerzo positivo siempre y con mucha paciencia.

Tiene un carácter muy terco y tendrás que dedicar esfuerzos a que te siga como líder y no actúe por su cuenta. Puede ser recomendable que acudas a clases de adiestramiento para socializarlo desde pequeño. Cuando un doberman se acostumbra a vivir solo a la hora de salir a la calle y relacionarse con otros perros, puede ponerse ansioso por ese poderoso instinto de protección intrínseco. Si lo llevas a clases, estas serán útiles para tener esa confusión controlada cuando se relacione con más gente o perros.

Descubre más detalles en el artículo Cómo educar a un doberman.

Tendrás que ejercitar a tu doberman para que se mantenga en forma. Debes procurar que haga cierto ejercicio por lo menos un par de veces al día. Aunque lo saques a dar largos paseos, tu can necesitará correr en alguna zona segura para poner en marcha sus largas y estilizadas extremidades y sacar toda esa energía acumulada. Un buen momento para que tu perro se ejercite es mediante las sesiones de juego, usa una pelota o cualquier otro juguete que le guste. Incluso si eres amante del running o de la bicicleta, podrías hacer deporte con él.

Respecto el baño y el cepillado, ya te adelantamos que no requieren grandes atenciones. Los doberman si son bien alimentados y se les cepilla el pelo de forma frecuente, no necesitarán muchos lavados. Pero cuando quieras hacerlo, como mucho debes hacerlo una vez al mes porque se le resecará le piel, reduciendo los aceites naturales de su pelaje. Debes usar un jabón muy suave y asegúrate de enjuagar muy bien a tu mascota. El olor algo fuerte de tu mascota puede que se deba a una dieta inadecuada, no a que esté sucio. Incluso si notas la piel enrojecida, seca, o el pelaje opaco y fino, acude al veterinario inmediatamente para valorar si hay algún problema de salud como hipotiroidismo o cualquier otro. Por su pelaje liso, no tendrás que preocuparte demasiado, ya que es muy fácil de asear; bastará con usar un cepillo suave una vez por semana.

Otro aspecto importante para cuidar a tu doberman es su salud dental. Con una buena alimentación, estarás dando los pasos correctos para que sus dientes y encías estén sanos y su aliento sea agradable. También es recomendable que uses juguetes para masticar, de hecho, los huesos de carne son perfectos para ejercitar su dentadura y conseguir que esté fuerte, saludable y limpia. Deberías acostumbrarlo desde pequeño a lavarle los dientes en casa con algún cepillo especial para que no suponga un problema de adulto.

Y por último, no olvides mantener sus uñas cortadas. Las patas de los doberman son largas con grandes nudillos y es fundamental que sus uñas no crezcan demasiado y se deformen. El truco es cortarlas antes de que sean demasiado largas, haciéndolo poco a poco una vez por semana. Es una costumbre que debe tener desde pequeño y cuanto más frecuente, mejor. Puedes emplear un cortador de uñas especial para perros y tener cuidado en cortar de forma limpia la uña. Con cada corte, dale un buen premio por su buen comportamiento. Otra manera de cortar las uñas es con una lima especial, es un proceso más fácil para tener sus uñas bien alineadas y tu doberman se acostumbrará sin problema.

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